sábado, 5 de noviembre de 2011

Por la inclusión del cine que no se ve

El pasado fin de semana se reunió en Córdoba un grupo de realizadores independientes, cineclubistas y estudiantes de todo el país. De esta cumbre surgió este foro, único en América Latina, que reclama por la transparencia de los jurados, la horizontalidad de los subsidios y la inclusión de los directores del interior.


No alcanza con las nuevas políticas federalistas del INCAA ni con el acceso masivo a las nuevas tecnologías. No alcanza con incipientes subsidios culturales ni con precarias ayudas municipales. No alcanza con la isla de edición casera ni con los amigos que actúan en óperas primas sin percibir un centavo. No alcanza con pequeñas redes de difusión alternativa ni con cineclubes militantes ofreciendo sus salas a los nuevos realizadores independientes. No. Toda esta maravillosa movida de creatividad cinematográfica que está sucediendo en el país, no puede ser contenida por los canales contraculturales que han ido creciendo en los últimos años como la precaria periferia alrededor de las megaciudades. No. Esos nuevos canales ya no bastan para la difusión o producción de la grandiosa producción “ilegal” existente a lo largo y a lo ancho del país. Y aclaramos, antes de generar cualquier mal entendido, que el término “ilegal” es una formalidad jurídica y no un estigma, ya que los realizadores autogestionados, al no poder realizar contratos con sus actores y colaboradores (cosa que sólo se logra con el apoyo de una productora) no pueden registrar sus films ni acceder a festivales oficiales. Sin embargo, y para decirlo con las palabras de Hayrabeth Alacahan, uno de los cineclubistas más importantes del país, “la producción ilegal triplica a la oficial, y entonces negar a esa gran masa de producción sería como negar a todos los tipos que duermen en la calle. ¿Quiere decir que por que duerman en la calle no existen o no son personas?”. Tras esta lúcida conclusión y sensible conclusión, se desprenden varias preguntas: ¿A dónde ver ese cine? ¿A dónde ver las películas que estos muchachos sin presupuesto ni apoyo oficial están filmando en Corrientes, El Chaco, Formosa, Río Negro, Salta o Jujuy? ¿Y a dónde ver lo que se queda afuera del circuito en Buenos Aires, Córdoba y Rosario? ¿A dónde va todo ese material? Y además, ¿por qué los pocos concursos existentes premian films cuyos conceptos “políticamente correctos” coinciden con la visión oficial o intereses corporativos, dejando afuera excelentes productos que no adhieren a ese canon? ¿Por qué los jurados no se expiden públicamente en sus decisiones, explicando en una asamblea abierta por qué eligieron tal film en detrimento de tal otro? ¿Por qué no existe la democratización en los comités de preselección de filmes? Para dar curso a todos estos reclamos (a todos estos derechos) es que se ha constituido este novísimo Foro Nacional Cinematográfico, que abogará por tres consignas básicas: Transparencia (de los jurados), Horizontalidad (de posibilidades en contraposición a lo piramidal de algunas decisiones) e Inclusión (de las filmografías más periféricas del país al corpus del nuevo cine argentino).


Un dream team que promete expandirse de Ushuaia a la Quiaca

Bajo el impulso de los realizadores José Celestino Campusano de Buenos Aires, Miguel Angel Rossi de Bariloche, Pablo Almirón de Corrientes, Carlos Gustavo Oris de Jujuy y Rosendo Ruiz de Córdoba más un importante equipo de cineclubistas y profesores universitarios (Pedro Klimovsky de la UniversidadNacional de Villa María, Juan José Gorasurreta de la Dirección de Cultura de Córdoba, Luciano Giletta de Bell Ville,  Pedro Sorrentino de Córdoba, Diego Hetze y el ya citado Hayrabeth Alacahan, ambos de Buenos Aires), quedó constituido en la Ciudad de las Artes de Córdoba, el Foro Nacional Cinematográfico, que invita a los interesados de todo el país a adherirse a este proyecto (foronacionalcinematografico@gmail.com) que comenzó desde el interior.
Pero mejor que al cierre de esta nota lo pongan algunos de los realizadores y propulsores de esta nueva entidad:
“Queremos que todos los realizadores del país puedan acceder al financiamiento de su producción, a una capacitación permanente y a la difusión de sus trabajos –comenta Miguel Angel Rossi- Es decir a una inclusión dentro del terreno audiovisual. Por eso queremos promover un circuito alternativo de difusión, porque sólo el festival de Saladillo y del que hacemos en Bariloche se ocupan de lo alternativo. Y hay una infinidad de trabajos a lo largo del país que ni nosotros conocemos. La idea de esta primera reunión del foro es generar referentes regionales que puedan convocar”.
Pablo Almirón señaló que “para mí que vengo de una provincia periférica, es muy importante este foro. Nosotros venimos haciendo cine en condiciones muy inhóspitas, con instituciones que nos dieron la espalda. En el interior se siente muchísimo esta orfandad”.
Juan José Gorasurreta dice estar “muy contento de que se haya elegido Córdoba para la creación del foro. Es el comienzo de un largo camino que hay que andar con dignidad, honestidad y seriedad. Y a partir de ahí, la idea es integrar la comunidad cinematográfica de todo el país. Ya empezamos a armar muestras de Corrientes y de Jujuy acá. Vamos a andar muy bien”.
La conclusión queda en manos del realizador José Campusano: “Que se haya producido este encuentro y se hayan debatido estos tópicos es algo absolutamente de ruptura. Pedir Inclusión, Transparencia y Horizontalidad son derechos indiscutibles pero a la vez son los menos ejercidos. Hay mucho trabajo por delante, pero la herramienta ya está constituida. Quizás valga esta anécdota. En China, hace unos años, el caudal vehicular impedía que los ciclistas pasaran. Hasta que un día se juntaron 600 ciclistas. Y simplemente pasaron. Esto es lo que queremos lograr con este foro, ese peso de la masa crítica que nos corresponde”.

Iván Wielikosielek
Lunes 5 de diciembre 2011